La primera etapa
literaria de Mercé Rodoreda se produce antes de su exilio hacia la capital
francesa a causa de la Guerra Civil, época en la que se advierte una producción
literaria amplia, ya que abundan las publicaciones de artículos periodísticos
en revistas y la elaboración de novelas. Escribió cuatro novelas – Sóc una dama honrada (1932),
Del que hom no pot fugir (1934),
Un deia en la vida d’un home (1934)
y Crim
(1936) – que nunca consideró dignas de elogio –. Sin embargo, años después,
todavía en el exilio, la única obra que decide rescatar para su posterior
reedición en el año 1968 es Aloma.
Aloma,
obra escrita en 1936 y que gana el Premio Creixells en 1937, es una creación
literaria que sitúa el hilo argumental en el año 1934 y en la capital catalana,
Barcelona. Narra la historia de Aloma, una adolescente huérfana a la que le
encanta la literatura y la música y que vive con su hermano Joan, con su cuñada
Ana y con su querido y pequeño sobrino Dani. Aloma es una muchacha sensible,
testaruda y, sobre todo, solitaria, pues el suicidio de su hermano mayor Daniel
y la muerte de sus padres a temprana edad la marcan profundamente. Desde
América llega Robert, hermano de su cuñada Anna, para quedarse en su casa.
Aloma comienza a experimentar sentimientos encontrados por él. Finalmente se
enamora y vive las primeras experiencias amorosas con Robert, que es mucho
mayor que ella. Aloma se ilusiona, pero rápidamente ha de bajar de la nube en
la que ha estado todo este tiempo: su sobrino Dani, enfermo desde hace algún
tiempo, muere y Robert la abandona para marcharse nuevamente a América junto a
su mujer. Aloma está desesperada, pues se siente más vacía que nunca. No
obstante, decide mantener la compostura y ser fuerte, no solo por ella, sino
por el hijo que está esperando de este fatídico y falaz amor.
![]() |
La actriz Julia Moller interptretando a Aloma en el teatro. |
Este argumento nos remite
a la vida de la propia autora, pues, como ya sabemos, Rodoreda se casa con su
tío, catorce años mayor que ella y procedente de Argentina, con tan solo veinte
años. Mercé usó la escritura como terapia en algunas etapas de su vida, ya que
necesitaba evadirse de su realidad y de las decisiones erróneas, que ni
siquiera ella misma había tomado. De esta forma, elabora una novela que busca
reflejar la sociedad española de la primera mitad del siglo XX a través de su
propia visión femenina.
![]() |
Julia Möller
y Carlos Gramaje en una escena de Aloma de la compañía Dagoll Dagom.
|
Aloma trata diversos
temas de vital importancia como son: la crisis ética y moral de la mujer; las
limitaciones de la mujer, oprimida por las convenciones sociales; las
relaciones afectivas y la convivencia entre los miembros de una familia; el
desengaño amoroso; la infidelidad del hombre; la fragilidad de los niños; los
embarazos no deseados; la miseria social, etc. Todo ello enmarcado
dentro de una Barcelona decadente.
Cuando Rodoreda escribe
esta obra y conforma este personaje femenino protagónico, no solo evidenciamos
vestigios autobiográficos de su propia desdicha, sino que se advierte la
reafirmación del argumento que propone Bobes Naves en su artículo La novela y poética femenina:
“La mujer ha tomado conciencia de que ha de escribir para reflexionar
sobre su condición, su situación, su actuación y además que ha de hacerlo de un
modo propio, porque no está de acuerdo con las figuras de mujer que ofrece la
novela masculina ni con el mundo ficcional en que las pone.”
(Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. La novela y la poética femenina. Recuperado de http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/signa-revista-de-la-asociacion-espanola-de-semiotica--11/html/dcd92a92-2dc6-11e2-b417-000475f5bda5_17.html#I_2_)
(Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. La novela y la poética femenina. Recuperado de http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/signa-revista-de-la-asociacion-espanola-de-semiotica--11/html/dcd92a92-2dc6-11e2-b417-000475f5bda5_17.html#I_2_)
No solo advertimos a una
Rodoreda que se opone al modelo ficcional femenino – propuesto por los literatos
masculinos que ella tanto ha leído –, sino que busca ofrecer o crear nuevos
tipos de mujer que resulten mucho más humanos y, por lo tanto, mucho más
reales. No lo hace de forma intencionada, pues únicamente manifiesta sus
experiencias personales e introduce elementos ficcionales con los que configura
la evolución psicológica de una adolescente que abandona la niñez y que entra
de una manera traumática – pues se queda embarazada del primer amor, tristemente
frustrado por el abandono y la indiferencia de Robert – en la edad adulta. Rodoreda
presenta a Aloma como una mujer fuerte, decidida e independiente que se enfrenta
al hombre que la humilló, como se puede ver en este fragmento:
“
- ¿Quieres decir que podría casarme con
otro?
La
entendió enseguida:
-
¿Por lo que ha pasado? No serías la
primera chica que se casara sin poder llevar flores blancas.
Aloma
sonrió para que no viese que le había hecho daño, pero le dieron ganas de
abofetearle. Nunca le pediría que fuera nada suyo; ¡nunca! “¡Que se marche!” Si
ella le había servido para pasar el rato no le daría ninguna muestra de
sentirlo; aunque la ahogasen las lágrimas. Dio media vuelta y dijo bajito:
-
Cuando te vayas, iré a decirte adiós.”
(RODOREDA,
Mercé, Aloma, Madrid, Alianza Tres,
1986, pg. 142,143)
A
consecuencia de ello y al final de la historia, Aloma es una mujer que en la
Barcelona de preguerra se pierde sola y única, pero, ante todo, libre:
“Entrelazó
fuertemente las manos para que no le temblasen tanto. Las calles estaban
tranquilas. De una pared colgaba un rosal sin rosas. A lo lejos se oía el rumor
sordo en la ciudad; muchachas que plantaban cara a la vida, sin sueños. [...] Y
Aloma se perdió por las calles, como una sombra, en la noche que la
acompañaba.”
(RODOREDA, Mercé, Aloma, Madrid, Alianza Tres, 1986, pg. 158)
Rodoreda
fue una narradora excepcional que supo expresar, desde una mirada reflexiva, su
mundo personal y que introdujo una de las estrategias más utilizadas en la
narrativa femenina: el monólogo interior. En esta novela no lo utiliza, pues
expone el relato a través de un narrador en tercera persona, que describe las
situaciones de su entorno con un lenguaje muy pictórico y detallado,
centrándose en la acción de los personajes – factor que invita a que compañías
teatrales contemporáneas como Dagoll Dagom (2008) interpreten Aloma en los teatros –. Sin embargo, tal y como se observa en la cita,
su narrativa ofrece marcas personales que definen tanto a la autora como a su
obra, elementos significativos como, por ejemplo, las flores, que eran su
pasión, o los colores, que tanto le faltaron en este periodo vital.
Bibliografía consultada
- MCNERNEY, K., Mercѐ Rodoreda: una bibliografia crítica (2002-2011), Barcelona,
Fundació Mercѐ Rodoreda: Institut d´estudis Catalans, 2017.
- RODOREDA, Mercé, Aloma, Madrid, Alianza Tres, 1984.
Webgrafía
consultada
- BOBES NAVES, Mª. C., “La novela y la
poética femenina”, Signa: revista de la Asociación Española de Semiótica,
núm. 3 (1994), Madrid, Centro de Investigación de Semiótica Literaria, Teatral
y Nuevas Tecnologías. Departamentos de Literatura Española y Teoría de la
Literatura y Filología Francesa; Universidad Nacional de
Educación
a Distancia, pp.9-57. Recuperado de http://www.cervantesvirtual.com/obra/la-novela-y-la-poetica-femenina/
No hay comentarios:
Publicar un comentario