lunes, 14 de mayo de 2018

Conclusión sobre Carmen Laforet


A lo largo de este análisis acerca de Carmen Laforet hemos podido conocer su vida personal y lo que esta le influyó en su producción literaria. También hemos comprobado que fue reconocida y admirada tanto por anteriores como por futuros escritores, principalmente españoles, pero también por extranjeros como Mario Vargas Llosa y Roberta Johnson, profesora de literatura española en la Universidad de Kansas e investigadora sobre Carmen Laforet, con la que esta mantuvo una estrecha amistad.

Carmen Laforet.Respecto a su relación con la literatura, ya en su adolescencia mostró interés por escribir. De hecho, a su profesora de lengua y literatura en Canarias, Consuelo Burrell, le fascinaba su manera de redactar y ya apreció en ella a la futura escritora en la que se convirtió. Además, en bachiller participa en una revista llamada Grupitos junto con sus compañeras María Dolores de la Fe, futura escritora también, Carmen Lezcano y Julia Cuenca. Las cuatro firmaban anónimamente como G1, G2, G3 y G4.

Como ya sabemos, Carmen Laforet ganó el Premio Nadal con su obra Nada (1945) cuando tenía apenas 23 años. Por lo que desde muy joven se sumerge en el mundo literario como escritora y no como lectora, como había estado haciendo hasta ese momento. Sin embargo, tal vez lo que no sea tan conocido es la autoexigencia que tenía con sus obras. Esto lo podemos comprobar en una de las cartas que Ramón J. Sender le manda en 1966:
“Me hace gracia lo que dice de que no le gusta ninguno de esos libros que me envía. La verdad es que tuvo usted la rara fortuna (peligrosa) de comenzar con una obra maestra. Ahora sería difícil que le parezca bien lo que hace si no es mejor que aquello (que es difícil).” (Laforet y Sender, 2003: 45)
Así es como Carmen Laforet, al igual que otros tantos escritores, infravaloraba lo que escribía. A veces incluso llegó a destruir lo escrito para empezar de nuevo, como le ocurrió con su tercera novela, La mujer nueva, con la que ganó el Premio Menorca en 1955. Acerca de este suceso ella misma dijo:
“<<Pero cuando la concluí no me gustó y la rompí. Solo conservé un capítulo. Después me vine a Arenas y la volví a hacer. La terminé con el tiempo justo para presentarla a este concurso.>>” (Fuente, 2002: 59)
Con Arenas se refiere a Arenas de San Pedro, pueblo de Ávila en el que se retiró de su familia y amigos y se centró en reescribir su novela. Estos aislamientos y escapadas para concentrarse en la escritura los hacía con frecuencia, también a Cercedilla (Madrid).
De hecho, durante sus últimos años de vida, a causa también de la enfermedad, sufrió grafofobia, esto es, llegó a tenerle pánico a escribir. Se puede comprobar que su producción literaria a partir de la década de los 70 disminuye notablemente. Y es que Carmen Laforet, tal vez cansada de la atención que ponían en ella los medios de comunicación, comienza a alejarse de la vida pública y el mundo literario e invierte su tiempo en ella misma viajando, en su familia y en sus amistades.

En relación con su condición de mujer, ya hemos visto algunos aspectos de su vida que se vieron afectados por esto, pero es mejor ver la opinión de la propia autora:
“Llegué a aquella casa tristísima y además llena de hambre después de la guerra y me encerraron. Por el hecho de ser mujer joven yo tenía que estar encerrada y no salir nunca. Fue espantoso para mí.” (Caballé y Rolón, 2010: 106)
Este fragmento es sobre su estancia en la casa de la calle Aribau, y es que su familia no le dejaba ver a su novio Ricardo Lezcano, que fue uno de los motivos por los que decidió irse a Barcelona. 
Además, la mayoría de sus obras narrativas están protagonizadas por personajes femeninos. También encontramos una reflexión de Carmen Laforet acerca de los hombres y las mujeres en la literatura en una carta que le envía a Ramón J. Sender en 1967:

“Las pobres escritoras no hemos encontrado nunca la verdad, aunque queramos. La literatura la inventó el varón y seguimos empleando el mismo enfoque para las cosas. Yo quisiera intentar una traición para dar algo de ese secreto, para que poco a poco vaya dejando de existir esa fuerza de dominio, y hombres y mujeres nos entendamos mejor, sin sometimientos, ni aparentes ni reales, de unos a otros…tiene que llover mucho para eso. Pero, ¿verdad que está usted de acuerdo, en que lo verdaderamente femenino en la situación humana las mujeres no lo hemos dicho, y cuando lo hemos intentado ha sido con lenguaje prestado, que resultaba falso por muy sinceras que quisiéramos ser?” (Laforet y Sender, 2003: 97)
Ya ha llovido desde 1967 y, no obstante, aún tiene que llover más para que, como dice Carmen Laforet, logremos la igualdad total entre hombres y mujeres en todos los ámbitos, aunque ella se refiera concretamente al literario.

Carmen Laforet es una de las escritoras más destacables de la literatura de la posguerra española, especialmente por su obra Nada, que rompe con las expectativas que se tenían en la época acerca de la literatura femenina, oponiéndose así a la novela rosa. Como conclusión, Carmen Laforet es una mujer que durante toda su vida persigue la libertad, poco frecuente para la mujer de posguerra. La escritora siempre la defendió y educó a sus hijas en ella:
“Me gustaría que hagan siempre todo lo que se les ocurra, y que se les ocurran muchas cosas. Yo les digo siempre que cuando sean mayores podrán hacer todo lo que les dé la gana, y que viajarán y vivirán conmigo o solas, como quieran…Todo para que se hagan la idea de que el mundo puede ser suyo. Esto es un engaño, pero por lo menos un engaño esperanzado. Yo recuerdo siempre que cuando tenía cinco años dije a mi madre que estaba deseando ser mayor para salir sola a la calle. Me contestaron que mientras más mayor fuese más acompañada iría siempre. Para mí esta contestación fue horrible. Me acuerdo todavía de la perra que cogí y de lo angustiosa que me pareció la vida en aquel momento.” (Laforet y Fortún, 2016: 43)



Finalmente, quisiera añadir que, si os interesa la figura de Carmen Laforet, es interesante la obra Música blanca (2009) que escribió su hija Cristina Cerezales. En ella presenta de forma ficcional y autobiográfica la vida de su madre y la íntima relación de ambas en un viaje hacia el pasado. Podemos escuchar a la autora hablar de esta obra y de su madre durante los primeros 20 minutos de este programa de radio de RTVE.

Bibliografía
- CABALLÉ, Anna y ROLÓN, Israel (2010). Carmen Laforet, una mujer en fuga. Barcelona: RBA.
- FUENTE, Inmaculada de la (2002). Mujeres de la posguerra. De Carmen Laforet a Rosa Chacel: historia de una generación. Barcelona: Planeta.
- LAFORET, Carmen y FORTÚN, Elena (2016). De corazón y alma (1947-1952). Madrid: Fundación Banco Santander.
- LAFORET, Carmen y SENDER, Ramón J. (2003). Puedo contar contigo. Correspondencia, edición a cargo de Israel Rolón Barada. Barcelona: Destino.
- RTVE (2009) El ojo crítico- 'Música blanca' para Carmen Laforet, disponible en http://www.rtve.es/alacarta/audios/el-ojo-critico/ojo-critico-musica-blanca-para-carmen-laforet-13-01-09/382037/?s1=audios&s2=programas-rne&s3=el-ojo-critico (Consulta 13/05/2018)

4 comentarios:

  1. Ironías de la vida que una escritora tan brillante sufra grafofobia, un tipo de fobia, por cierto, que yo no conocía.
    Respecto a su condición de mujer en una sociedad machista, hace poco me deparé con un artículo cuyo titular decía: "A Laforet llegaron a preguntarle si quería más a sus hijos o a sus libros", pero no he encontrado más información para poder saber si esta afirmación es cierta o falsa.
    Adjunto el enlace al artículo, por si es de tu interés:
    Sainz Borgo, Karina. (13/02/2017). Care Santos: "A Laforet llegaron a preguntarle si quería más a sus hijos o a sus libros". Vozpópuli. Recuperado de: https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/Santos-Premio-Nadal-Laforet-preguntarle_0_998900694.html Fecha de consulta: 15/05/2018

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    1. Muchas gracias por el enlace del artículo, Eva.
      En efecto, yo también he escuchado que le llegaron a preguntar eso, la cultura de la época te puedes imaginar...
      Ahora mismo no recuerdo dónde lo leí, pero en el documental de RTVE sobre Carmen Laforet se puede escuchar una entrevista de radio en la que le preguntan algo similar:
      "-¿Qué es lo primero para usted, su vida familiar o su vida de escritora?
      - Todo artista, si tiene familia, lleva una doble vida que a veces es imposible de separar. El solo hecho de que no se renuncie a ninguna de las dos vidas, supone que las dos son igualmente importantes."
      Como puedes ver no está formulada de la misma manera, pero viene a insinuar lo mismo. Parece que en la época costaba entender que la mujer tuviera vida más allá de la casa y de su maternidad.
      Adjunto el enlace al documental por si quieres oírlo en la voz de la propia escritora, se encuentra a partir del minuto 22:
      RTVE (2016) Imprescindibles- "Carmen Laforet, la chica rara" disponible en http://www.rtve.es/alacarta/videos/imprescindibles/imprescindibles-carmen-laforet-chica-rara/3593312/ (Consulta 15/05/2018)

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    1. A eso me refería, Elena. Parece que se lo llegaron a preguntar demasiadas veces a lo largo de su vida. Tienes razón, no se concebía para la mujer una vida más allá de las tareas del hogar y la familia. La mujer era prácticamente una esclava, como dice Lyubo en su entrada acerca de la vida de Mercé Rodoreda.
      Gracias por el enlace.

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