MARÍA TERESA LEÓN, UNA VIDA EN LA SOMBRA
María
Teresa León Goyri nació en 1903, el 31 de octubre en La Rioja, en una familia
vinculada al ejército. Desde que era pequeña estuvo viviendo en diferentes
ciudades, entre las que destacan Logroño, Burgos y Madrid, donde se estableció.
Allí conoció a dos personajes fundamentales en su vida y en su producción literaria:
María Goyri, su tía, que se doctoró en Filosofía y Letras, y a su esposo, Ramón
Menéndez Pidal, quién fue maestro de María Teresa en el arte literario. Ella
acabó siguiendo los pasos de su tía e ingresó en el Instituto Libre de Enseñanza
y se licenció en la misma carrera.
Siendo
muy joven, María Teresa contrajo matrimonio con Gonzalo de Sebastián Alfaro en
1920, con quién tuvo dos hijos. Durante su juventud comenzó a escribir para el
Diario de Burgos con el seudónimo de Isabel Inghirami. Cuando María Teresa
conoció a su gran amor, Rafael Alberti, decidió divorciarse en 1933 y escaparse
a Mallorca donde se casó de nuevo. Gracias a una pensión, la pareja pudo viajar
por Europa para poder estudiar el movimiento teatral en dicho continente. Juntos
crearon la revista Octubre donde
publicará su obra Huelga en el puerto en 1933. Además, acudió al Primer Congreso de Escritores Soviéticos. Cuatro años
después, María Teresa adaptó una versión de La
destrucción de Numancia. Este fue su primer contacto con Miguel de
Cervantes, quien estará presente en toda su obra.
En su amplia producción literaria uno de los géneros que desarrolló fue la cuentística. De sus siete colecciones de cuentos destacan: Cuentos para soñar
(1928), La bella del mar de amor (1930),
Cuentos de la España actual (1935), Morirás lejos (1942) y La peregrinaciones de Teresa (1950), entre
otros. En algunos de ellos se puede observar la referencia a Alberti. En 1934, María Teresa colaboró con su marido para escribir Marinero en tierra, aunque la autoría le concedida a Rafael Alberti. También desarrolló la novela con obras como El gran amor de Gustavo Adolfo Bécquer (1946), Don Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador (1954) y Doña Jimena Díaz de Vivar, gran señora de
todos los deberes (1960), entre otras. En cuanto a teatro, María Teresa
escribió obras como La tragedia optimista
(1937), entre otras. También se dedicó a escribir ensayo y guiones
cinematográficos.
Desde
joven ya tuvo dificultades para encajar dentro de la sociedad. La melancolía
será un sentimiento que le acompañará durante toda esa primera etapa de su
vida. María Teresa no fue considerada por los escritores de su generación como
una autentica artista, sino que siempre la vieron como la compañera sentimental
de Alberti. Aun así, hubo algunos escritores como Federico García Lorca, con
quién si tuvo relación, que la valoraron como tal. Entre ellos, se encuentra
Rosa Chacel. Ambas compartían su gran amor al cuento como género narrativo.
Cuando
estalló la guerra civil española, María Teresa decidió dedicarse a luchar por el
arte y la literatura realizando diferentes iniciativas, como en la Alianza de Escritores Antifascistas en la que fue secretaria, y en la Junta de Defensa y Protección del Tesoro Artístico
Nacional. Tras la guerra, el matrimonio tuvo que exiliarse a París y después a
Argentina donde nació su hija Aitana en 1941. Tras estos años en el extranjero, regresaron a España en 1977. En poco tiempo, comenzó a perder la
memoria a causa del Alzheimer. Falleció el 13 de
diciembre de 1988.
Bibliografía y webgrafía:
- León, María Teresa (1999), Memoria de la melancolía, Barcelona: Galaxia Gutenberg.
- León, María Teresa (2004), Doña Jimena Díaz de Vivar, Gran Señora de todos los deberes, Madrid: Editorial Castalia.
- María Teresa León: http://escritoras.com/escritoras/Maria-Teresa-Leon (Última consulta: 03/05/18)
No hay comentarios:
Publicar un comentario