martes, 15 de mayo de 2018

Ana María Moix y la literatura. Conclusión.




Ana María Moix comenzó a escribir a los 12 años y fue su hermano, Terenci Moix, quien la introdujo y transmitió la pasión por el mundo del cine y la literatura. Cuando comenzó sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona Moix o la nena, como la llamaban, ya se encontraba activa en el panorama poético y ganaría popularidad, como hemos visto, con la publicación de Nueve novísimos poetas españoles (1968). 
Sin embargo, la escritora catalana no sólo cultivó la poesía sino también la narrativa, tanto novela como cuentos, y colaboró con numerosos artículos en la prensa escrita. También ejerció como crítica literaria en distintas publicaciones culturales y su obra ensayística, en castellano y en catalán, es de gran relevancia. 


La primera novela que publica Ana María Moix es Julia (1970), obra ya analizada en la anterior entrada, donde el tiempo, la juventud y los límites son pilares fundamentales. En 1973 publica Walter, ¿por qué te fuiste?, una obra que sigue el mismo esquema del universo infantil, tan recurrente en la obra de la autora, y también trata el tema de la sexualidad y su despertar, e incluye referencias a la homosexualidad en un ambiente represor marcado por la dicotomía de los vencedores y vencidos en la posguerra, lo que hizo que esta obra resultara muy innovadora y polémica en su época. 

Además de las dos novelas y sus poemarios, este periodo de su vida fue el más prolífico y publicó también Ese chico pelirrojo a quien veo cada día (1971), un libro de relatos y La maravillosa colina de las edades primitivas (1973), obra con la que se inicia en la literatura infantil. Además de su estilo propio y su gran capacidad imaginativa, se encuentran rasgos propios del surrealismo en varios de los relatos que hacen que la historia desemboque en un final disparatado y que plantee un plano de reflexión sobre la realidad y la angustia, o no, de existir.

Posteriormente, la escritora se dedicó al mundo de la edición y dejó de publicar su propia ficción durante casi una década. En numerosas ocasiones, la autora manifestó su crítica al best-sellerismo¹ y convencida de que “los libros cuestan demasiados árboles”² como para publicar cualquier cosa, no aparecerá nada nuevo de la autora hasta la publicación de la obra de literatura infantil Los robots. Las penas en 1982 y Las virtudes peligrosas, su segundo libro de cuentos que fue ganador del Premio Ciudad de Barcelona en 1985. Después, publicó otra novela, Vals negro, y dos recopilaciones de relatos: Miguelón (1986), que es una versión infantil de El cantar del Mio Cid, y La niebla y otros relatos (1988). 




A partir de todo lo analizado sobre esta autora, podemos observar que Ana María Moix tiene un estilo literario propio marcado por algunas innovaciones respecto a la literatura anterior pero, sobre todo, porque con sus palabras, sumadas a su capacidad imaginativa, busca presentar la realidad del modo en que ella la percibe, por lo que centra el hecho artístico en la creación y representación de diversas realidades. Así, encontramos en la obra narrativa de Moix una serie de motivos temáticos que permanecen a lo largo de toda su carrera como la ya mencionada infancia o la rebeldía. 


La vida de Ana María Moix guarda relación con su literatura y esta pretende una búsqueda de sí misma dentro, como la Julia de su primera novela, de los límites que le impone la sociedad y los valores tradicionales que dominan su familia. Esta autora fue una mujer entre dos generaciones, perteneciente a un grupo que vivió los últimos años de la dictadura franquista y que cargaba con el recuerdo de una guerra que no vivió y que, por otro lado, expresó la esperanza y rebeldía de un cambio, cambio al que Ana María Moix también aporta su grano de arena mediante su labor literaria. Como hemos visto, la escritora se mantiene activa en la lucha por los derechos a lo largo de toda su vida y obra. Ejemplo de esto es su ya mencionada labor en la revista Vindicación feminista, que irrumpe en un país que ha heredado el discurso de décadas del régimen autoritario que había acallado a las mujeres en la sociedad. Con el paso del tiempo, se acrecentó su sentido transgresor y crítico con la situación de España y del mundo y esto se ve en la publicación de su última obra, Manifiesto personal (2011), mezcla de estilos que surge de las conversaciones de la escritora con los vecinos de su barrio de Barcelona y que es una reflexión sobre la evolución del panorama económico, laboral y, sobre todo, una crítica a la situación social y al empobrecimiento de los valores y la vida humana. 
Ana María Moix en su juventud, junto a Ana María Matute y Esther Tusquets.

Siempre crítica, también en su labor en los demás géneros y como articulista, la obra de la escritora no es muy abundante porque, como dice, eso de tener que publicar cada año un libro para mantener un nombre es uno de los peajes que paga la cultura de hoy en día, un mundo cultural que se ha entregado de forma brutal a las leyes del mercado². Sin embargo, la vida de la escritora catalana siempre estuvo alrededor de los libros. Única mujer entre los poetas novísimos, Ana María Moix se mantuvo activa en un panorama literario en el que empezaban a ocupar un hueco muchas mujeres, autoras que podemos encontrar en este blog, que compartieron con ella la pasión por la escritura, la lucha social y, en muchas ocasiones, la vida. Ejemplo de esto es su amistad con Esther Tusquets o Rosa Chacel, con la que mantuvo una abundante correspondencia que recoge en el epistolario De mar a mar. Nunca se casó ni tuvo hijos y el trabajo de editora y crítica le permitió dedicarse a la creación literaria sólo cuando era movida por la inspiración. Así, encontramos a Ana María Moix, entre tantas otras autoras, a la que he elegido para recordar y dejar constancia de su obra ya que, aunque fuera una de las antologadas como novísimos y realizara una gran aportación literaria y editorial, resulta más complejo acceder a la obra de esta autora y encontramos menos estudios que de sus coetáneos literarios a pesar de que, como vemos, la vida de Ana María Moix ha sido una vida dedicada a la literatura, tanto a su creación como a su disfrute, ya que fue una fiera lectora.





Bibliografía

1- De Villena, Luis Antonio. (8 de noviembre de 2002). Desaparicions i triomf. El periódico. Recuperado de: http://www.xtec.cat/~jducros/Ana%20Maria%20Moix.html. Última consulta: 15/05/2018.
2- Intxausti, Aurora. (26 de septiembre de 2002). Ana. M. Moix reedita toda su obra narrativa. El país. Recuperado de: https://elpais.com/diario/2002/09/26/cultura/1032991208_850215.html. Última consulta: 15/05/2018.
- Riaño, Peio. H. (1 de marzo de 2014). Adiós a Ana María Moix, 'la novísima'. El confidencial. Recuperado de: https://www.elconfidencial.com/cultura/2014-03-01/adios-a-ana-maria-moix-la-novisima_95603/. Última consulta: 15/05/2018.
- Moix, A.M. (1973). Walter, ¿por qué te fuiste?, Barcelona, Barral.
- Moix, A.M. (1995). Ese chico pelirrojo a quien veo cada día, Barcelona, Lumen.
- Chacel, R., & Moix, A. M. (1998). De mar a mar: epistolario Rosa Chacel-Ana María Moix. Barcelona. Edicions Península 62.
- Moix, A.M. (2011). Manifiesto personal. Ediciones B.

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