martes, 15 de mayo de 2018

Gloria Fuertes, la poeta de los niños




“No hay que dejar de ser niños,     eso es un tópico.”
(Gloria Fuertes)


Como hemos podido comprobar Gloria Fuertes fue una gran poeta para los adultos, pero si hay un género por el que es especialmente conocida es por su literatura infantil y juvenil.
Al haber nacido en una familia tan pobre ella misma escribía y fabricaba sus propios libros cuando era una niña, a escondidas de su madre, que no quería que perdiera el tiempo en lo que ella consideraba inservible. Pero Gloria Fuertes desde niña era muy rebelde y siempre luchó por sus grandes pasiones: los libros y la lectura. Así fue como Gloria comenzó a escribir pequeños cuentos.

En 1939, con solo 22 años, se convirtió en redactora para la revista infantil Maravillas, que en un principio había sido un suplemento de la revista Flechas y Pelayos y que posteriormente fue también suplemento de la revista falangista Arriba. Este puesto lo desempeñó durante más de 14 años. Sin embargo, esta no fue su única ocupación durante este tiempo, ya que durante los años 40 estrenó multitud de obras teatrales infantiles como La princesa que quería ser pobre (1942), El brillante del turbante (1940), Las cinco razas (1940), La niña del mar (1940), etc. En 1952 publica su libro Canciones para niños y en 1955 el libro Pirulí (versos para párvulos). Además, este mismo año comienza con su proyecto de la Biblioteca Infantil itinerante. Durante unos años disminuye su producción literaria infantil para centrarse en la literatura dirigida a una población más madura, pero siguen surgiendo títulos como la obra teatral El chinitoChin-cha-té (1955).

En 1968 publica su gran éxito: Cangura para todo. Por la edición de este libro infantil compuesto de diez historias, protagonizadas en su mayoría por animales, recibió el Premio Andersen Internacional de Literatura Infantil, lo que le propició un gran reconocimiento dentro del género infantil. A partir de entonces sus publicaciones para los pequeños de la casa iban a tener mucho más prestigio como es el caso de Don Pato y Don Pito (1970), que consiguió ser una lectura recomendada por el Ministerio de Educación y Ciencia para su lectura en las escuelas.

Con el inicio de la década de los 70 comenzaba su época dorada en cuanto a reconocimiento, ya que colaboró con varios programas de televisión infantiles, lo que la catapultó como la poeta de los niños. Los más importantes fueron Un globo, dos globos, tres globos, poniendo letra a la sintonía y participando activamente en la lectura de diferentes cuentos y poemas a los niños, y La cometa blancaCompaginó su labor televisiva con la escritura y publicó más obras infantiles como El hada acaramelada (1973) o la obra teatral Las tres reinas magas (1989), que se estrenó en el Teatro de Lavapiés de Madrid y que nos plantea, de una manera muy divertida, que los Reyes Magos de Oriente en realidad eran mujeres. Además de colaboradora y escritora también se dedicó a propagar la literatura por muchos colegios de España y se convirtió en una asidua colaboradora radiofónica.


Para enfatizar un poco más en su labor como autora infantil voy a comentar ‘Cangura para todo’, el cuento que da nombre al libro que le consagró en este género literario.

La protagonista es una cangura llamada Marsupiana que ha dejado su lugar natal hasta llegar a una casa donde se ofrece como “cangura” en una casa. Aquí observamos un juego de palabras entre las diferentes acepciones de la palabra canguro (niñera y animal), algo que tanto le gustaba hacer a Gloria Fuertes. Toda la situación del cuento es absurda y utópica, pues nos encontramos ante un animal totalmente personificado con la capacidad de hablar y entablar conversaciones razonadas y un padre que apenas reacciona al ver a una cangura parlante. Marsupiana se convierte así en la criada de la familia e incluso en un florero durante una fiesta. Cuando la familia se fue de vacaciones, por una serie de casualidades Marsupiana acabó en Australia, lejos de su familia humana, pero con su familia real.
Todo el cuento nos plantea situaciones ficticias, como animales parlanchines que son capaces saltar un océano, algo muy típico de la literatura infantil, pero que cumplen perfectamente su función: ampliar el léxico, fomentar el gusto por la lectura y estimular la imaginación de los lectores.


Por si os interesa escuchar cuentos infantiles de Gloria Fuertes leídos por ella misma os enlazo un link en el que los podéis escuchar.



BIBLIOGRAFÍA
  • Fuertes, G. (1987). Cangura para todo. Barcelona: Lumen
  • Fuertes, G. (1996). Obras incompletas. Madrid: Ediciones Cátedra

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