sábado, 12 de mayo de 2018

Barrio de Maravillas de Rosa Chacel


Rosa Chacel ha cultivado el mundo de la novela. Esta autora ha escrito un total de ocho novelas. La primera novela que escribió es Estación. Ida y vuelta en 1930. Por tanto, queda claro desde el principio lo importante que es para ella el movimiento de ida y vuelta, especialmente a través de la novela. De hecho, en sus diarios Alcancía, va a repetir esta misma idea en los títulos. Otras de sus obras son: Teresa (1941), Memorias de Leticia Valle (1941), La sinrazón (1960) y Novelas antes de tiempo (1981). Finalmente, quedaría por mencionar su trilogía Escuela de Platón que consiste en: Barrio de Maravillas (1976), Acrópolis (1984) y Ciencias Naturales (1988).

En esta trilogía, la autora nos narra la vida de dos mujeres desde su niñez, Elena e Isabel. En concreto, voy a tratar el primer libro, Barrio de Maravillas, que se centra en la niñez de las dos protagonistas. Fiel a su estilo, Rosa Chacel nos lleva a través de la memoria y la reflexión interior, a través del complejo mundo de estas dos niñas. Nos encontramos ante dos vecinas muy diferentes. Mientras que Elena vive con una familia acomodada, sin faltarle nada; Isabel vive sola con su madre en un ambiente mucho más pobre. Ambas luchan por sobrevivir. Al mismo tiempo, se nos presenta a Elena como una chica sociable, con varias amigas y muy culta. Sin embargo, Isabel se nos describe como una niña más callada, trabajadora, sin la misma cultura que Elena y sin amigas, debido a su estatus social.


En cuanto al estilo, en esta obra prima la descripción sobre el diálogo y la narrativa. Se trata de una obra reflexiva cargada de momentos muy descriptivos y de monólogos que nos introducen en el mundo interior de estas dos niñas. Los frecuentes monólogos, además, ponen en relieve la profundidad poética de la obra. Muchas de sus descripciones están muy cuidadas, acercándose al lenguaje poético. En estas descripciones también se puede ver la influencia del realismo, especialmente en la repetición léxica.

En esta obra encontramos ciertos componentes autobiográficos. Esta novela está inspirada, en parte, por la propia infancia de Rosa Chacel. Vivió una infancia en la que se sintió solitaria, sentimiento que persistió debido al exilio. Un ejemplo claro de esto lo encontramos en la relación de Elena con su abuela, esa rebeldía que muestra ante sus imposiciones es también un hecho autobiográfico de la vida de Rosa Chacel. Además, las dos niñas se encuentran aisladas del mundo que las rodea. No se muestran sociales, sino introspectivas y solitarias.

Los temas de la mujer son tratados con profundidad en esta obra. Si bien, debido a la época, las mujeres quedan en su mayoría relegadas a las tareas del hogar, Rosa Chacel insiste en la inteligencia y la capacidad de las mujeres. Por otro lado, en la novela del exilio es importante la figura del profesor. En este caso, se trata de una profesora que despierta la admiración en las protagonistas. Se nos muestra como una mujer de fuerte carácter y que ‘mira como un hombre’.

En conclusión, esta obra se escribió gracias a la inspiración de Rosa Chacel en el vecindario en que vivió de niña, en Madrid. De ahí el nombre de la obra, que coincide con el nombre del barrio en que pasó su niñez. Por tanto, en esta novela vamos a ir encontrando algunos rasgos autobiográficos. Además, se adentra profundamente en el recuerdo y la memoria, haciendo del pasado un presente. Estos son temas muy importantes en toda la obra de esta escritora. Finalmente, cabe destacar que, con esta novela, vemos reflejado el mundo real y la época a la que pertenece, pero esto acaba palideciendo ante el complejo mundo interior de ambas protagonistas.

Bibliografía:

CHACEL, Rosa, Barrio de Maravillas

FONCEA HIERRO, Isabel, Rosa Chacel: memoria e imaginación de un tiempo enigmático, Málaga, 1999.

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