La
editorial Lumen antes de pertenecer a Esther Tusquets pertenecía a su tío
Carlos, por parte de padre, y anteriormente a su otro tío Juan. Este último
llevaba consigo las raíces ultraconservadoras de la familia Tusquets, y pronto
se convirtió en el reverendo Juan Tusquets. Este había librado una feroz
batalla contra marxistas, judíos y masones, había estado en contacto con los
militares que dieron el golpe definitivo en 1936 que trajo consigo la Guerra
Civil española y, además, fundó en Burgos, en esta misma fecha, una editorial
de libros religiosos que entusiasmó a Franco, con quien mantuvo una buena
relación de amistad. Por lo tanto, esta editorial fue, en
sus principios, muy cercana a ideales fascistas y católicos y se le llamó
Ediciones Antisectarias. Esther Tusquets nunca entendió este “turbio pasado” de
la editorial, ya que ella siempre se proclamó atea y librepensadora. Cuando la editorial cayó en sus manos, se esforzó por convertirla en lo que
sería en las décadas de los 60 y los 70: la editorial más comprometida en la
lucha antifranquista.
Cuando Carlos Tusquets dirige la editorial se editaban,
principalmente, libros religiosos, tanto para el ámbito escolar como para el
más personal. En esta época fue cuando Editoriales Antisectarias cambió su nombre por Lumen. Al tiempo, Carlos Tusquets vende la empresa al padre de Esther, quien, en un principio,
continúa con la misma línea temática y coloca en la empresa a su mujer
y a sus hijos. Poco a poco el tema religioso se fue apartando y la familia
decidió publicar, gracias a la ayuda de Esther, aquellos libros que les
gustaran de verdad. Esther sabía ya por aquella época que su lugar no estaba
junto a los que habían ganado la guerra, a pesar de que perteneciese a la
burguesía catalana y de que no hubiese vivido los males de la Guerra Civil, algo que le
haría sentirse culpable durante el resto de su vida.
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Esther Tusquets y el stand que montó su editorial en la feria de Frankfurt. |
Esta
familia comenzó Lumen, por lo tanto, con libros infantiles y fue Ana María Matute,
nada más ganar el Premio Nadal, la primera en publicar el cuento de El
saltamontes verde (1960). Marta Pessarrodona también empezó a publicar
libros en Lumen por aquella época, al igual que Gloria Fuertes o Josefina
Rodríguez, todos ellos, como ya he dicho, en la línea de la literatura
infantil. Más tarde, Miguel Delibes y Camilo José Cela participaron en la
colección "Palabra e Imagen", que trataba de unir los textos de ciertos
escritores y las fotografías de ciertos artistas como Oriol Maspons. En 1962,
cuando Mario Vargas Llosa ganó el Premio Biblioteca Breve con La ciudad y los perros, Lumen se
interesó por él para que escribiera algún texto en "Palabra e Imagen". Además
de hacerlo, publicó en 1967 con la editorial Lumen Los cachorros.

Durante
cuarenta años al frente de Lumen, Esther consigue convertir en bestsellers a algunos autores como Quino,
con Mafalda (1963) o Umberto Eco, con
Apocalípticos e integrados ante la
cultura de masas (1964) o El nombre
de la rosa (1982). También pasaron por esta editorial escritores como José
Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma, o poetas como Mario Trejo o Cristina
Peri Rossi.
“Quino
y Eco fueron fieles –a Lumen, no a mí- hasta el final. Gracias a ellos, y a mi
padre, fue posible durante más de veinte años esta magnífica aventura de Lumen:
una pequeña editorial independiente que publicaba únicamente aquello que le
apetecía, que llevó a cabo un importante cometido cultural, que hacía las cosas
a su modo (bastante peculiar) y que permitió a mucha gente llevar a término
aquello que deseaba realizar.” (TUSQUETS E., 2005, Confesiones de una editora poco mentirosa, Barcelona: RqueR, pág. 111)


Bibliografía
-TUSQUETS E., 2005, Confesiones de una editora poco mentirosa, Barcelona: RqueR.
-TUSQUETS E., 2009, Confesiones de una vieja dama indigna, Barcelona: Bruguera.
-TUSQUETS E., 2007, Habíamos ganado la guerra, Barcelona: Bruguera.
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