"...Y Wendy creció"
J.M. Barrie
Esther
Tusquets comienza a escribir tarde, ya sea por la tarea que su editorial le daba
o por cualquier otra causa que desconocemos. Aun así, ella siempre ha dicho en muchas
entrevistas que empezó a escribir desde bien pequeña y que continuó con ello
durante toda su vida. Sin embargo, hasta 1978, con cuarenta y dos años, no publicó
su primera novela. Le costó mucho decidir si hacerlo no, ya que Esther
Tusquets, al igual que otras escritoras como Carmen Laforet, era extremadamente
autocrítica y nunca se atrevía a enseñar al mundo aquellas novelas que, para
ella, eran realmente detestables. Esta obra fue, para la sorpresa de la
escritora, bien acogida por las críticas, algo realmente curioso, ya que en
1978, en plena transición, este libro fue uno de los primeros en tratar con
toda libertad el tema del lesbianismo. Carmen Martín Gaite, al igual que su amiga Ana María Moix, quedó encantandísima con la obra y fue una de las
primeras en responder a esta novela con una carta que decía lo siguiente:
“Querida amiga, tu
novela El mismo mar de todos los veranos,
que acabo de terminar, me ha deslumbrado. Sumida todavía en el sortilegio
reciente de su lectura, y antes de que dé paso a la tentación de una crítica
reflexiva y razonable, te quiero dar las gracias por la tarde tan larga, tan
diferente a todas, que me has proporcionado.” (Carmen Martín Gaite en una carta
a Esther Tusquets)
En
su primera obra, El mismo mar de todos
los veranos, se narra la historia
de Elia, una mujer de unos cincuenta años perteneciente a la burguesía catalana que
es profesora en la universidad de literatura universal. La acción se desarrolla
en unos veinticinco o veintiséis días en los que Elia vuelve a la antigua casa de sus padres, situada en un pueblecito frente al mar y cerca de Barcelona. Allí la protagonista
se introduce en un espacio lleno de recuerdos que van a acentuar la crisis
existencial que está sufriendo y que le harán reflexionar sobre su vida tanto
en presente como en pasado.
“Porque
me he encerrado aquí como se refugia una alimaña enferma en su cubil, en un
intento quizá desesperado de tender mágicos puentes entre esta niña de aire
envejecido, [...] y aquella niña triste, que no tuvo otra compañía que la de
sus fantasmas.” (TUSQUETS E., 2008, El
mismo mar de todos los veranos, Barcelona: Anagrama, pág. 30)

“-entre un marido fatuo que se escapa siempre hacia islas posibles
y conocidas, de las que regresa también siempre, una madre remotísima viajera
que manda abrazos en postales, y una hija grandota y sabihonda que nunca ha
entendido nada de nada, un marido una madre y una hija que me lanzan su amor al
abismo [...] de esta soledad sin esperanzas, emerge de otro mundo, de otro
tiempo, de otros planetas, una muchacha que trae consigo toda la magia de las
noches insomnes.” (TUSQUETS E., 2008, El
mismo mar de todos los veranos, Barcelona: Anagrama, pág. 123)
El tiempo que
Elia pasa con Clara parece servir para hacerle olvidar los problemas que le
habían hecho encerrarse en sí misma. Esta joven rompe su aislamiento y penetra
hasta lo más recóndito de su ser, descubriendo así historias que Elia tenía olvidadas. El paraíso que juntas construyen en aquella casa pronto se
ve destruido con la vuelta de Julio, marido de Elia. La protagonista se siente
obligada a volver con él y con aquella farsa de relación que tan oprimida le
tenía. Elia decide regresar a sus fantasmas, a sus laberintos y a sus miedos, y
así es como Wendy creció, renunciando a la felicidad y a la juventud eterna que
Clara podría ofrecerle.
“juntas, sin fin juntas, siempre
amándonos, y convirtiendo este amor en mágica palanca que pueda transformar el
mundo, porque este amor excepcional -ha decidido Clara-, este amor que se da
tal vez solo una vez cada mil años, no puede concluir en nosotras mismas, debe
abarcar también a todos los oprimidos, a todos los tristes, a todos los
injustamente pisoteados, a todos los solitarios de la tierra, este amor debe
ser capaz de arrastrarnos hasta cimas insospechadas, debe llevarnos a
trasgredir por fin todos los límites, a violar de una vez para siempre todas
las normas, y luego a reinventarlas.” (TUSQUETS E., 2008, El mismo mar de todos los veranos, Barcelona: Anagrama, pág. 185)

El mismo mar de todos los veranos narra los
procesos autodestructivos que muchas veces llevan consigo las relaciones
amorosas. Es un libro que habla de la soledad y del abandono, de la familia,
del rechazo y de la incomprensión. Todo ello revestido de una poética y una
sintaxis espectacular que cala en el lector desde la primera página y que le
hace reflexionar sobre lo que somos, lo que fuimos y lo que nos gustaría ser.
Se trata de una obra que reflexiona sobre la infancia y la juventud de la que un día despertaremos,
pero de la que siempre tendremos tiempo de volver acompañados de aquellos que
nos hagan sentirnos niños de nuevo.
“y sé que podré repetir un millón de veces el mismo recorrido
suave de su cuerpo con mis manos, susurrar interminablemente las mismas
palabras tontas en su nuca tibia, escucharla dormir plácida y a estrechos
suspirante mientras espero la muerte con el alba.” (TUSQ-UETS E., 2008, El mismo mar de todos los veranos,
Barcelona: Anagrama, págs. 158-159)
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Esther Tusquets, al fondo, y su hija, también escritora y editora, Milena Busquets. |
Bibliografía:
-TUSQUETS E., 2008, El mismo mar de todos los veranos, Barcelona: Anagrama.
-TUSQUETS E., 2005, Confesiones de una editora poco mentirosa, Barcelona: RqueR.
-Nostromo. Esther Tusquets escritora y editora. RTVE documental. Recuperado de: http://www.rtve.es/alacarta/videos/nostromo/nostromo-esther-tusquets-escritora-editora/2872737/ (12/05/2018)
-MAZQUIARÁN DE RODRÍGUEZ M., El mismo mar de todos los veranos y carta a la madre: un diálogo intratextual. Centro Virtual Cervantes. Recuperado de:
https://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/13/aih_13_3_086.pdf (12/05/2018)
Yo también he leído 'El mismo mar de todos los veranos' y me sorprendió mucho la forma de escribir de Esther Tusquets, ya que era su primera novela. Se nota que antes de escribir leyó muchas obras durante su labor en la editorial.
ResponderEliminarNo sabía que la trilogía continuaba, así que me leeré las siguientes novelas. Gracias por la información, Esther.
Tienes toda la razón, su etapa como directora en la editorial le hizo aprender mucho sobre el quehacer literario. Creo que sin Lumen Esther no habría sido la escritora que fue. Las otras dos novelas son muy interesantes y mantienen los mismos personajes que 'El mismo mar de todos los veranos'. Si te ha gustado este primer libro estoy segura de que los demás también.
EliminarYo no la he leído, pero me la apunto. Me recuerda a la película de 2010 “Habitación en Roma”, donde las protagonistas viven una apasionada noche, pero después se separan y vuelven a sus respectivas vidas.
ResponderEliminarNo he visto esa película, me la apunto. Yo la asocié bastante con 'La vida de Adele' o 'Call me by your name' también.
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